Indistintamente de la edad, si se habita en poblaciones que rondan los 4.000 msnm, en hipoxia e hipobaria crónica y clima seco, se puede lograr una vida con mayor vitalidad y salud .
¿Porque? Una de las razones es que la concentración de deuterio bajo que encontramos en la trucha del Lago Titicaca, en el queso y el yogurt del altiplano, son concentrados de proteínas que refuerzan la función del metabolismo, la fuerza inmunológica y el poder de regeneración celular.
Cuando las personas que habitan en el llano migran a una altura aproximada a los 4.000 metros, se incrementa la libido y la energía vital/sexual . Migrando a estas tierras, consumiendo los alimentos bajos en deuterio que se cultivan en altura y bebiendo las aguas bajas en deuterio, la regeneración celular restablece las condiciones de salud de la persona y potencia su metabolismo y su energía vital.
Citoquina, L-arginina y hormona de crecimiento, en alturas cercanas a los 4.000 msnm
Los alcaloides, sustancias antioxidantes y la clorofila que contiene la hoja de coca previenen las enfermedades comunes en personas mayores, como el cáncer, la diabetes y la hipertensión arterial.
El cáncer, básicamente, se origina en todas las personas, en cualquier órgano y a partir de cualquier célula. El cáncer se divide en tres tipos a partir de las células y tejido de origen: tejido hematopoyético (formador de sangre), células epiteliales y células no epiteliales. Entre los que se originan a partir de tejido hematopoyético, se encuentran la leucemia, el linfoma maligno y el mieloma.
Los cánceres representativos de origen epitelial serían el pulmonar, el uterino, el gástrico, el de mama, de colon, de ovario, de cabeza y de cuello, como los cánceres faríngeo, laríngeo o de la lengua, que suelen ser de origen glandular y se los denomina adenocarcinomas. Los sarcomas más representativos de origen no epitelial serian omtessa condrosarcoma, rabdomiosarcoma, leiomie Sarcoma, fibrosarcoma, liposarcoma, angiosarcoma; éstos suelen llevar el nombre del tejido afectado seguido del término sarcoma.
En Japón, el término cáncer se utiliza para todos los tumores malignos, en general, y, cuando se refiere a los tumores de origen epitelial, se suele utilizar el ideograma chino que significa carcinoma.
El cuerpo humano está conformado por aproximadamente 60 billones de células. Diariamente, gracias a la función autofágica (auto- digestión), se regeneran 400.000 millones de células. De ellas, 10.000 son células cancerosas.
Estas células cancerosas, que nacen diariamente son célulanismo, son digeridas por los macrofagos y las células NK (na enal killers). A partir de la cuarta década de vida, donde se empieza a debilitar la función inmune, algunas células cancerosas sobreviven y empiezan a proliferar.
Para que una célula cancerosa se multiplique hasta llegar a 1.000 millones (un mililitro de tamaño), requeriría 10 años; sin embargo, a partir de esto y hasta proliferar a 250 mil millones de células -cáncer terminal-, solo se requiere de meses.
El cáncer es un cúmulo de células anormales que se han originado a partir de células normales. La célula normal se adecúa al estado del organismo o del ambiente en el que se encuentra para multiplicarse o detener su multiplicación. La célula cancerosa escapa de esta regula- ción y prolifera indiscriminadamente. Dado que su crecimiento es incontrolado, puede destrozar los tejidos importantes que se encuentran alrededor o convertirlos también en tejido canceroso. Con las células normales, no ocurre esta situación. La célula cancerosa puede originar- se apenas por una alteración de 2 hasta 10 genes en una célula normal.
La concentración de deuterio del agua o los alimentos que se obtienen en el llano es de 150 ppm¹” (agua, animales y plantas) y de 156 ppm (agua de mar, peces y plantas acuáticas marinas).
Esto significa que en un millón de moléculas de hidrógeno se encuentran 150 moléculas de deuterio. En alturas cercanas a los 4.000 msnm, el agua tiene una concentración de 138 ppm de deuterio, por lo cual las plantas y la carne de los animales que viven a esa altura tiene esa misma concentración.
Al consumir productos con abundante deuterio (por ejemplo, productos marinos de 156 ppm), la respuesta química del cuerpo se enlentece. El tamaño del deuterio que se encuentra en el agua reducida en deuterio es de 10.000 millonésimas de metro, mientras que los neutrones y protones que lo componen son de 1.000 billonésima parte de metro. Dado que el agua reducida en deuterio está compuesta de átomos de hidrógeno y oxígeno, es un agua que tiene dos neutrones menos.
La diferencia de apenas dos neutrones modifica la respuesta química de sus isótopos. Cuando la masa atómica se modifica, se altera la entropía y se modifica el espectro. Además, también aparece una diferencia en la velocidad de movimiento de los electrones.
Las plantas son capaces de utilizar sustancias inorgánicas como la luz, el dióxido de carbono y el agua para producir sustancias orgánicas (hidratos de carbono, lípidos, proteínas, vitaminas, etc.), las cuales son aprovechadas por los animales. Los animales no tienen la capacidad de producir sustancias orgánicas a partir de sustancias inorgánicas dentro del organismo.
En la zona de los Andes la concentración de deuterio es de 138 ppm. Al consumir diariamente los productos agrícolas, ganaderos o pesqueros de esta región e ingerir anualmente 20 kg de sus proteínas (50 g diarios), la concentración de deuterio del organismo humano se reduce a 138 ppm en un año. Cuando la concentración de deuterio del organismo baja 6 ppm, la célula cancerosa deja de multiplicarse18.
La cantidad de radiación ultravioleta en alturas mayores a 4.000 metros es de 13 veces mayor que en el llano. Desde que se destrozó la capa de ozono, por cada 1% que se incrementan los rayos ultravioletas, el cáncer de piel se incrementa de 3 a 6%.
Obedeciendo a estas cifras, en teoría, todas las personas que habitan en la altura tendrían que sufrir de cáncer de piel; pero, en la práctica, entre las personas que habitan a más de 3.000 metros de altura -aproximadamente 16 millones-, son relativamente pocas las que padecen de este mal. Esto se debe a que los productos agrícolas que son cultivados a esta altura tienen enzimas y antioxidantes con miles de veces más de actividad biomolecular que los del llano.
Hablar de metabolismo es referirse al intercambio de sustancias viejas por otras nuevas; ejemplos son la sudoración, la mejoría del flujo vascular, la regeneración capilar del cuero cabelludo, la regeneración de la piel, etc. Se debe diferenciar el metabolismo energético del metabolismo celular.
Las células de la piel se renuevan en cuatro semanas; las de la mucosa gastrointestinal, cada cinco días; las células hepáticas, cada seis semanas y las células óseas se intercambian cada tres meses. Con un ciclo prolongado están las dei músculo o del hígado, que tardan dos meses, o el de la célula ósea, que tiene un ciclo de tres meses.
El tiempo de vida de los glóbulos rojos de la sangre es de 120 días; luego son degradados en el bazo. De esta forma, casi todas las células del cuerpo se renuevan en un año.
Hasta los genes del ADN no son los mismos de hace seis semanas.
Estudios utilizando radioisótopos han demostrado que el cuerpo humano recambia el 98% de los átomos en menos de un año.
Desde este punto de vista cíclico, si el metabolismo celular funciona adecuadamente, el cuerpo humano renace en tres meses. Por lo tanto, al efectuar la terapia de traslado ambiental, las personas que padecen enfermedades complejas como cáncer lograrían recambiar sus células y curarse de manera espontánea.
Si es que la mente afecta al cuerpo, todo lo que se piensa o se siente estaría afectando a estas nuevas células en formación; por lo cual, pensamientos pesimistas, como creer que una enfermedad es incurable, afectarían a la multiplicación celular.
Alternamente y sin importar el tipo de enfermedad que se sufra, el hecho de que las células se regeneren constantemente es muy alentador.
Además del pensamiento positivo, es de vital importancia ingerir los nutrientes que mejoren el metabolismo celular para incrementar la función celular.
El ser humano, al pasar los 20 años de los 200 tipos de células, a excepción de unas cuantas , deja de tener la diferenciación celular.
Sin embargo, habitando en cercanías a 4.000 metros de altura, muchas de las células del organismo vuelven a dividirse u ocurre la transdiferen- ciación. Esto se debe a que la sobrecarga física ambiental de hipoxia, presión atmosférica baja y sequedad propias de la altura estimulan automáticamente la división celular.
El ambiente de hipoxia crónica reduce la presión parcial de oxígeno en relación con el llano de 206 hPa a 120 hPa. Cuando uno vive a esas alturas, los glóbulos rojos, las células del sistema inmunitario y la flora intestinal se incrementan 1,6 veces más.
Por lo tanto, el metabolismo, la función inmune y el poder de curación espontánea se incrementan, logrando la atenuación de enfermedades por envejecimiento (arterioes- clerosis, infarto de miocardio, infarto cerebral), osteoporosis, demencia senil, tumores malignos, diabetes e hipertensión arterial.
Las citoquinas son proteínas secretadas por las células y transmiten señales hacia células específicas. Existen varios tipos; la mayoría interviene en la inmunidad y en la inflamación, además de relacionarse con la multiplicación, diferenciación, apoptosis y regeneración celular.
Las hormonas cuentan con órganos que las secretan. Las citoquinas son un tipo de proteínas que son secretadas por las células y, en realidad, son péptidos de peso molecular bajo. Es decir, son como hormonas, pero producidas por las células, Las citoquinas regulan la expresión de las otras citoquinas y puede originar una reacción en cadena (cascada de citoquinas). Las que intervienen en esta cascada y las células que las producen interactúan formando una red compleja de citoquinas.
Por ejemplo, en la respuesta inflamatoria, los glóbulos blancos liberan citoquinas, las cuales dirigen la movilización de los linfocitos a través de la pared vascular para orientarlos hacia la zona inflamada. Esta liberación de citoquinas también estímula la regeneración de la lesión.
La célula humana no se multiplica sin la producción de las citoquinas y, en áreas altas del planeta, el ambiente de hipoxia estimula la producción de citoquinas a partir de las células. Esta multiplicación permite incrementar el metabolismo celular, la función inmune y la capacidad de regeneración espontánea.
En ambiente de hipoxía, aun cuando uno esté durmiendo, las células de la musculatura lisa regulada por el nervio autónomo, producen un tipo de citoquina que es el factor de crecimiento plaquetario, el cual produce neovascularización, suministrando los nutrientes y oxígeno a cada célula del cuerpo, provocando así su multiplicación y, por lo tanto, la regeneración del cuerpo.
Se ha descubierto que en la neocorteza cerebral que se encarga de funciones superiores como el razonamiento se produce nuevas células nerviosas aun en organismos maduros.
Esto fue descubierto por varias instituciones como la Universidad de Salubridad Fujita, la Uni- versidad de Kyoto, la Universidad Agroindustrial de Tokio, etc., me- diante estudios realizados en ratas.
Los últimos años, se ha comprobado la producción de nuevas células en regiones que intervienen en la memoria, como el hipocampo, y en regiones que se encargan del olfato, sin embargo, no había hasta entonces reportes contundentes en cuanto a la neocorteza cerebral que se encuentra desarrollada en seres superiores como los mamíferos.
Cuando se cultivan las células en un ambiente de hipoxía, a la concentración de 1%, la célula deja de multiplicarse.
A la exposición de la hipoxia a la altura de 4.000 metros (120 hPa), las células hemáticas del ser humano aumentan hasta 1,6 veces más. Por el contrario, cuando se habita en el llano, el número de las células hemáticas desciende hasta cifras normales.
Esto se debe a que, cuando los seres vivos son sometidos a hipoxia, todo el individuo reacciona para adaptarse a este nuevo medio ambiente. Empero, en un ambiente de presión parcial de oxígeno dema- siado bajo a 10 hPa, la célula no puede resistir y muere. La célula puede resistir hasta una hipoxía de presión parcial de oxígeno de 50 hPa, Cuando una persona que está adaptada a la altura de 4.000 metros migra hasta 6.000 metros, la presión parcial es de 90 hPa. Si habita en el llano y es sometido a la presión parcial de la altura de 8.000 metros, pierde la conciencia en menos de 30 minutos y puede llegar a fallecer
- Características de personas que habitan en altura:
En el mundo existen más de 200 millones de personas que habitan a una altura mayor de 2.000 msnm.
El ambiente a la altura de 3.600 metros expone a hipoxia y la pre- sión parcial de oxígeno sanguíneo se reduce de 40 mmHg (llano) a 39 mmHg; el organismo entra en una alcalosis leve.
A una altura mayor a 2.000 metros, la hipoxia incrementa la función sexual tanto en el varón como en la mujer, teniendo su efecto en el aumento de la población (la hipoxia incrementa la musculatura lisa de los órganos, los vasos y los genitales).
Los habitantes de la ciudad de La Paz y El Alto, a una altura mayor a 3.600 metros, tienen una prevalencia de cáncer 20 veces menor en relación con los habitantes del llano. A la altura de 3.600 metros, la hipoxia produce disminución de peso corporal.
A 4.000 metros, la concentración de deuterio es baja y las enfer- medades por hábito de vida remiten (cáncer, diabetes e hiper-tensión arterial).
A la altura de 3600 metros, debido a la hipoxia, las células sanguíneas y la flora intestinal aumentan 1.6 veces más que en el llano.
Habitando a la altura de 4000 metros, se observan menos casos de Alzheimer o demencia. (Esto se debe a que las enfermedades neurológicas recuperan bajo presión parcial de oxígeno de entre 100 hPa a 50 hPa).
A 4.000 metros, la fuerza muscular de la musculatura lisa de los órganos, la sangre y las bacterias anaerobias de la flora intestinal aumentan 1,6 veces permitiendo el rejuvenecimiento del cuerpo.
La base científica para hablar de los efectos de la masticación de la hoja de coca sobre la salud, la salud sexual y la longevidad obedece a lo siguiente:
a) Permite efectuar la restricción calórica, con lo que se activan los genes de la longevidad.
b) Otorga percepción de saciedad, llevando a la disminución de ingesta excesiva de alimentos.
c) Aumenta la capacidad de concentración, incrementando la efi- cacia en el estudio y el trabajo.
d) Evita la sensación de fatiga.
e) Previene el cáncer.
f) Previene las enfermedades periodontales.
g) Suplementa los oligonutrientes como las vitaminas y los minerales, además de proporcionar fibra dietética.
h) Repara la membrana celular.
i) Mejora la salud sexual.
j) No produce adicción.
k) Previene la demencia senil, por contener litio.
En la actualidad, el efecto de la sobrealimentación, malnutrición y las condiciones ambientales hacen que el metabolismo corporal, así como la capacidad de regeneración espontánea se deterioren.
Dentro del cuerpo, se sintetizan diariamente de 160 a 200 gramos de proteínas a través de la autofagia.
¿Qué significa esto?
En realidad, casi en la misma cantidad de proteínas sintetizadas, las proteínas propias del cuerpo son degradadas en aminoácidos y sirven para el reciclaje de la síntesis de proteínas.
Es decir, la mayor fuente de proteína no es el alimento, sino el catabolismo del propio organismo. No es exagerado decir que la degradación de las proteínas es más importante que la alimentación.
En la sociedad humana, representa un problema la forma de reciclar de manera efectiva los productos fabricados; sin embargo, el organismo del ser vivo ya contaba con este sistema de reciclaje. El reciclaje de las proteínas es más activo dentro de la célula que fuera. Al interior de la célula se encuentran dos grandes vías de degradación de proteínas.
Degradación selectiva de proteínas. Mecanismo en que se selecciona específicamente a la proteína que será degradada. Por ejemplo, tenemos al proteasoma que se encarga de degradar es- pecíficamente a la proteína de tipo ubiquitina.
Degradación no selectiva. Es un sistema generalizado de degra- dación que también puede significar un gran peligro, por lo que las potentes enzimas de este sistema se encuentran resguarda- das dentro de pequeñas vesículas llamadas lisosomas. La célula transporta solo el segmento necesario de sí misma hacia los liso- somas para degradarlos. El mecanismo principal es la autofagia o auto-digestión.
En las células que tienen desarrollado el núcleo, la duplicación y la transcripción se realizan dentro del núcleo celular y el proceso de traducción se realiza en pequeños gránulos denominados liposomas. Las proteínas sintetizadas con base en la información genética son enviadas hacia el citoplasma.
El metabolismo celular (regeneración celular y eliminación de productos de desecho) se realizan durante el sueño, por lo que es necesario un tiempo suficiente destinado a dormir.
Si es insuficiente este tiempo, no se efectúa adecuadamente la regeneración celular y ni siquiera la eliminación de productos de desecho.
Cuando el cuerpo se somete a un ambiente de hipoxia y a un estado de inanición, la función de autofagia se regulariza y empieza a degradar las proteínas alteradas para eliminarlas del cuerpo.
Cada una de las 60 billones de células de nuestro cuerpo está envuelta por una doble capa lipídica. Sobre la superficie de la membrana celular externa, se encuentran adheridas grandes cantidades de cadenas de polisacáridos. Las cadenas de polisacáridos se encuentran de 30.000 a 100.000 por célula. Las cadenas de polisacáridos de la membrana celular externa son los integrantes principales del equipo de inmunidad que evita el ingreso de bacterias, virus y sustancias cancerígenas al interior de la célula.
El envejecimiento y las enfermedades se desencadenan a partir de alteraciones en estos polisacáridos que rodean la membrana celular.
Si esta estructura se mantiene íntegra, aun cuando se forme una célula cancerosa, ésta desaparece inmediatamente.
El sistema nervioso y la hoja de coca
El sistema nervioso autónomo está conformado por dos sistemas: simpático y parasimpático. Es un mecanismo indispensable para mantener el equilibrio funcional del organismo. El sistema nervioso autónomo cumple el rol de regular los sistemas circulatorio, respiratorio, digestivo, transpiración-regulación de temperatura corporal, función endocrina (hormonal); es decir, la función de todos los órganos internos del cuerpo.
Actualmente, gran cantidad de personas están con problemas del sistema nervioso autonomo. Este síndrome es conocido como disautonomía y tiene gran variación individual en cuanto a los síntomas y signos que presenta: mareos, vértigo, temblor, sudoración, taquicardia (pulso febrícula, hiperventilación, acelerado), de la presión sanguinea, sentar síntomas psicológicos como ansiedad, depresión, inestabilidad emocional, paranoia, insomnio, llegando a estados esquizofrénicos, dismenorrea, inestabilidad de la presión sanginea , zumbidos. También lllega a presentar sintomas psicológicos como ansiedad, depresión, inestabilidad emocional, paranoia, insomnio, llegando a estados esquizofrénicos.
Se dice que la disautonomía se incrementa entre verano a otoño. En Japón, el número de suicidios aumenta en esta época del año. Por otro lado, el consumo de tabaco y alcohol, que supuestamente se usa para atenuar el estrés, empeora la carga sobre el organismo.
El movimiento respiratorio o cardíaco, la regulación de la temperatura corporal, son funciones básicas e indispensables para mantener la vida. El sistema nervioso cuenta con el sistema simpático para acelerar y con el sistema parasimpático para frenar esas funciones. El sistema nervioso simpático estimula la secreción de la adrenalina para proteger al organismo del estrés. El hombre moderno, que se encuentra expuesto al estrés diariamente, estimula solamente el sistema nervioso simpático y la función del sistema nervioso parasimpático, encargado de relajar y descansar el cuerpo, se encuentra deprimida.
Nadie desea enfermarse. Cualquier persona quiere vivir saludable. Pero, en la realidad, existen personas lábiles, propensas a las enfermedades, y personas resistentes. Con el avance de la investigación en esta área, muchas de las causas de los síntomas que se consideraban desconocidas, se están logrando explicar a partir del desequilibrio del sistema nervioso autónomo.
El sistema nervioso autónomo es el nervio que controla la función de los órganos y los vasos sanguíneos. Cuando predomina el sistema nervioso simpático, el cuerpo entra en un estado activo y, cuando pre- domina el sistema parasimpático, el cuerpo entra en un estado de rela- jación.
En la actividad del cuerpo humano, suele predominar el sistema nervioso simpático durante el día y prevalece el sistema nervioso parasimpático durante la noche para entrar en relajación; de esta forma, estos dos sistemas nerviosos autónomos, con funciones contrarias, mantienen la función corporal intercalando su actividad. Hasta ahora, el funcionamiento del sistema nervioso autonomo se lo explicaba de la forma expuesta.
Esto no está equivocado, pero con esta explicación da a entender que nuestro cuerpo está funcionando como un interruptor de encendido y apagado. Lógicamente, en la realidad, no funciona de esta manera.
Efectivamente, cuando el cuerpo se encuentra en óptimas condiciones, es cuando tanto el sistema nervioso simpático como el autónomo funcionan en un nivel elevado. Si bien ambos se encuentran funcionando, en un estado de actividad, existe un leve predominio del sistema simpático y, en un estado de relajación, existe un leve predominio del sistema parasimpático, es decir, es un estado dinámico como un sube y baja, no así como un interruptor. Es decir, este predominio debe ser discreto y nunca debe parcializarse hacia alguno de los lados.
Por eso, en un estado de predominio simpático o parasimpático, la actividad misma del sistema nervioso autónomo debe ser elevada y balanceada para llegar a un estado ideal.
Es de esa forma que el cuerpo puede encontrarse en un estado saludable y eficaz. Entonces, ¿en qué momentos la persona está predispuesta ante las enfermedades? Anteponiendo las conclusiones, cuando el nivel de actividad del sistema nervioso simpático es desmesuradamente alto y el nivel de actividad del sistema nervioso parasimpático es notablemente bajo. Cuando persiste este estado, el cuerpo empieza a presentar fallas y, finalmente, se enferma.
Por el contrario, cuando el nivel de actividad del sistema parasimpático es elevado y el nivel de actividad del sistema simpático se encuentra bajo, se tiende a la depresión. Además, cuando ambos sistemas nerviosos en encuentran con un nivel bajo de actividad, hay sensa-ción de fatiga y el estado de salud no es bueno ni malo. Si el equilibrio del sistema nervioso autónomo fuera controlable a voluntad, se haría posible mantener la buena salud durante toda la vida.
El consumo cotidiano o, más específicamente, el masticado de hojas de coca deriva en un sistema nervioso saludable por el equilibrio que se logra en el sistema nervioso autónomo. Al estimularse la producción de dopamina, oxitocina, serotonina, L-arginina( *) y L-lisina, el resultado se dirige hacia una buena salud, la regeneración celular y, por ende, la opción de longevidad.
Se crea así una sinergia que permite una energía vital y sexual potenciada. Y es aquí necesaria una aclaración; hablamos de “masticación” cuando nos referimos al empleo de las hojas de coca y lo hacemos, porque al masticarlas se produce el proceso siguiente:
- Estimulación de la actividad cerebral por el movimiento maxilar.
- Incremento del estado de concentración y alerta, posibilitando la disminución del estrés.
- Activación de salivación en los tres pares de glándulas, con to- dos sus beneficios (es como disponer de la “farmacia natural” para el cuerpo).
- Absorción de los alcaloides contenidos en las hojas de coca a través de la mucosa bucal.
- Deglución que transporta al sistema digestivo: vitaminas, mine- rales, cloroplasto y fibra.
- Obtención de un valioso suplemento dietético con factores nu- tricionales esenciales.
Resumiendo, en la altura, aumenta la secreción de la hormona de crecimiento, la cual tiene el efecto de aumentar las células corporales del ser humano. Además, la masticación de la hoja de coca aumenta la dopamina y, con esta adición junto con el efecto sinérgico del incremento de la hormona de crecimiento intracerebral , se mejora el metabolismo corporal, remite las enfermedades seniles y se hace realidad el rejuvenecimiento y longevidad. El ejercicio físico a grandes alturas por acción de la hipoxia crónica conlleva un metabolismo anaerobio que estimula mayor producción de hormona de crecimiento y el factor de crecimiento insulinoide, haciendo que el ejercicio sea más eficaz en cuanto a la síntesis de proteínas y el consumo de la glucosa.